Organología

Las rondallas de la huerta de Murcia emplean principalmente los cordófonos (los diferentes tipos de guitarra, bandurria, laúd y violín) e instrumentos de percusión (pandereta, platillos, etc). Nosotros nos vamos a centrar en la guitarra y sus variaciones a lo largo del tiempo, por la trascendencia que ha tenido en la huerta.

La guitarra ha sido la base instrumental que ha predominado en la música popular a lo largo del tiempo. En el caso de Torreagüera, como en el resto de la Región, su transformación estuvo unida a la evolución de la música.

A principios del siglo XIX, la base instrumental de las antiguas agrupaciones musicales existentes estaba compuesta por guitarras de 5 y 6 órdenes dobles, puesto que la guitarra actual aún no estaba desarrollada. Esta tipología de instrumentos de doble cuerda eran llamados popularmente como “guitarros”, caracterizados por su inferior calidad para el uso de los ambientes rurales.

A diferencia de las clases adineradas, los músicos tradicionales interpretaban también el género religioso, esta vez con instrumentos pertenecientes a la iglesia, los cuales eran llamados “guitarras de Ánimas o de Animeros”, por ser usadas en las fechas navideñas.

Durante todo el siglo XIX, los órdenes dobles fueron sustituidos por los simples, quedando relegados poco a poco los antiguos guitarros, en sustitución de las nuevas guitarrillas, usadas éstas para cantar las primeras malagueñas, además de las jotas.

Es de carácter popular, semejante a las usadas para los cantes flamencos. Este instrumento fue desarrollado durante la última mitad del siglo XIX. Se caracteriza por su sencilla construcción y ligereza, hecha con maderas asequibles para la gente humilde. Su tiro de cuerda es de 65 o 66 cm. 

Fueron construidos en el Romanticismo, pero con un claro origen Barroco. Desde esta remota época, las Cuadrillas de Hermandades los empleaban en el periodo de Ánimas nombrándolos con diversas denominaciones: guitarrón, guitarro tenor, guitarrillo y guitarro.

Estos instrumentos siguieron elaborándose hasta mediados del siglo XIX. Su tamaño es más pequeño que el de la guitarra actual, existiendo diversas variedades en cuanto al tamaño y las formas. De todos estos instrumentos, hemos reproducido una guitarra del constructor murciano José Calvo Alcañiz, del año 1863, la cual denominamos como guitarra o guitarro tenor.

Emplean 5 cuerdas simples, generalmente de tripa de animal y actualmente de nylon. Cada uno de ellos posee una denominación diferente, dependiendo de su afinación y territorio. En la huerta de Murcia aparecen de forma escasa, como es el caso del ejemplar conservado en las vitrinas del Museo de la Huerta, del cual contamos con una reproducción.